La Julie Powell que llevo dentro.

Hace un rato estaban dando una peli sobre una chica que escribe en un blog. Se llama Julia& Julie ( o al revés, en verdad no recuerdo), y trata de una joven que acaba de cumplir 30 años pero siente que su vida va en picada, desanimada con un trabajo que no le gusta, incomprendida por su madre y rodeada y opacada de amigas exitosas y muy egocéntricas. Casada con un hombre bueno (como ella dice), vive en un depto arriba de una pizzería. Sin embargo, esta linda chica tiene el don de la cocina, y a partir de eso, es que se pone la meta de escribir un blog de cocina en base al libro de cocina de Julia Child y su famoso "Domine el arte de la cocina francesa". Tomando dicho libro como base, es que durante un año, Julie Powell debe hacer las 524 recetas de cocina de Julia e ir comentándolas en su blog personal. Dicho blog personal partió por el hecho de que Julie necesitaba algún proyecto, algo que hacer y no abandonar. Y si pensamos bien, cuantas cosas no empezamos y luego dejamos a medio camino??, Cuántos proyectos, ideas (y buenas ideas) que planeamos, pensamos, pero nos da miedo concretar y quedan ahi enterradas en el fondo de nuestras mentes?. El punto es que Julie, desencantada con la rutina de su vida y conciente de que tenia un doble talento ( para la cocina y para escribir), conciente de que era  muy buena, mejor que muchas escritoras y periodistas reconocidas, es que se decide a emprender esta tarea y lanzarse al mundo de las redes sociales con este blog.

No acaso todos alguna vez nos hemos sentido como Julie Powell, que aburridos y desencantados con el giro que está tomando nuestras vidas, nos sentimos un poco decaídos y medios deprimidos???, Bueno, a mi me ha pasado en reiteradas ocasiones. Y me paso que a veces creo saber y entender a la perfección una cosa, pero a los 5 minutos ya todo se ha nublado, y a los 10 minutos de nublado pasó a chubascos.

Lo cierto, es que , al igual que Julia Powell, tambien he tenido el impulso de empenzar algo nuevo y sorprendente para mi. Es algo asi como saber nadar bastante bien, pero no querer tirarse a la piscina por miedo a que te de un calambre.

No sólo me desanimo y me vuelvo a animar, sino que muchas veces cambio mis estratégias y planificaciones, e improviso. Soy convencida que la improvisación es deliciosa, que la planificación lo único que nos provoca son ataduras y que mientras menos estructurado seas, mas liberado te sientes.

Y sí, yo tengo un sueño: adoro escribir brutalidades poco abogadísticas y muy simplonas cosa que hasta un niño de quinto básico pueda entender, amaría escribir una novela o dedicarme a contar cuentos a niños, me gustan las obras sociales, adoro viajar y prefiero gastarme mis escasos ahorros armar un viajecito ajustado al presupuesto del estudiante que cualquier otra cosa, odio el derecho penal, me aburre la filosofía, pero me gusta la sicología, quiero trabajar en una empresa que tenga el sello y el rol social muy marcadamente, me gusta dialogar y conversar con las personas, me encanta armar grupos y organizar cosas (trabajo en equipo), sin remordimientos me vendería al sistema capitalista, a alguna empresa del retail o holding, trabajaría en alguna empresa de piñera o de cueto o de matte o de angellini o de luksic o de paulman o de solari o de said o de calderón, etc,etc., pero sería una abogado encubierta con las ganas de usar ese poder que tienen los grandes, para invertir y ayudar al resto. Y lo digo muy conscientemente de que es algo díficil, casi imposible, o inimaginable. Pero me importa un bledo, porque pueden que me digan soñadora o nefelibata, pero el que deja de soñar, muere. Y si el juego se pone pesado amigos y amigas..pónganse ustedes el triple de pesados y jueguen sin miedo.

En esta vida chicos...hay que ser un trotamundos y lanzarse no a una piscina, sino que al mismísimo océano.

Buenas noches.