A veces me pasa, que cuando estoy en ese estado de tristeza-lata-pena-no quiero me hablen, me pongo a hacer cosas que ni en mi estado de mayor felicidad normalmente haría. Cosas como cocinar, ordenar, tejer, etc,etc.
Por ejemplo, hace unos años atrás, estaba tristona por cosas de la U, malos resultados en exámenes, entonces me dió la lesera y me hice este blog. Y creo que fue una muy buena idea.
En otro momento de tristeza, me puse a cocinar. Si, a cocinar. Cosas rara, porque ya en otro post expresé mi nulo talento y mi mala relación con las ollas, asi que para mí fue toda una experiencia esto de querer cocinar. Claro, los resultados no fueron los mejores, les soy franca, mis básicas galletitas con mermelada me quedaron duras, aunque mis panqueques salvaron.
También el consumismo ayuda. Seamos sinceras, quien no va a comprar lo que sea cuando está triste o cuando no quieren saber de nada ni de nadie? Pffff...en aquellos momentos pencas de mi vida (en que hasta yo misma me caía mal), iba al mall a vitrinear, a veces no compraba nada, otras veces iba y me traía unos calzones, y en otras arrasaba con la tienda. Algunos podrán decir que era un gasto innecesario, o que las penas no se pasan comprando y haciendo zumbar la tarjeta, pero honestamente, yo salía bien contenta del mall. Lo pasaba bien, y llegaba a la casa bien relajada, olvidando el porque habia esta tristona.
En mi ultimo momento de mala onda y pena momentánea, me puse a hacer un collage. Enchulé mi agenda, y cual cabra chica de kinder, me puse a recortar revistas, colorear, y la verdad es que me gustó.
Si, les confieso que yo para los trabajos manuales son bien ñurda, pero cuando estoy inspirada, nosé me pongo manos a la obra. Y si, el collage perfectamente lo podría hacer un niño de 5 años para un trabajo de arte, pero bueno, que quieren que les diga...me relajé :) olvidé el mal momento, y me hizo sentir mejor :)
y ustedes, como pasan esos momentos en que sienten que nadie las entiende?