Saldo del viaje: 4000 kms viajados, más de 8 hrs de vuelo en total, cargados como burros con 140 kilos en el viaje de ida (carga que incluía una cortadora de pasto, mucha mercaderia, un contenedor de basura, más las maletas); un resfriado curado en 24 hrs cuyo remedio fueron dos limones de la isla, bañarse en el mar y un cóctel de trioval y aspirina; una clase de baile (lástima no a ver sabido antes); clases de buceo con snorkel, BUCEO, sacarme la cresta buceando (ver herida de guerra y moretones); ATÚN (y del weno); bici y mucha; mangos y guayabas en cantidades exhorbitantes; COCO.
Saldo espiritual de viaje: creo que equilibrio es la palabra correcta. Equilibrio y tranquilidad que espero se mantenga por arto tiempo. Conexión con la naturaleza. Respeto hacia ella, hacia el medio ambiente, hacia el mar, los árboles, las plantas, el aire, el agua, etc.
Recomedable?, absolutamente. Tanto para el que anda buscando paz y tranquilidad, como para el que le gustan los deportes y la aventura al aire libre. Para aquel que se atreve a subir en bicicleta y pedalear y conocer y maravillarse.
Y en general, para todos aquellos que viven ( y vivimos), sumergidos en la rutina, en el ajetreo, en los cánones y los códigos de lo que es ser parte de una ciudad. Los que viven conectados y dependientes de celulares, internet, facebook, diarios, revistas, cahuines, etc. Para aquellos que deseen conocer algo nuevo, una cultura, un modo de vida, una forma de ver, de pensar y de sentir que jamás nunca lo hemos imaginado.
Simplemente, un lugar que nunca olvidarás.
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