martes, 7 de febrero de 2012

Solución al mal de noticias

Señor: si usted tiene pena o acusa recibo de mala noticia. LLore y luego ríase. Eso le ayudará.
Si al reírse, la pena no se esfuma, llamé a un amigo. El sabrá como animarlo.
Si con la palabra del amigo, no hay mejora, pongase ropa cómoda y salga a caminar, trotar, correr , etc. Muévase. Cánsese. Por que la pena y el cansancio dan como resultado el sueño. Y al despertar, le aseguro que todo se mirará de forma positiva.
Si con el cansancio, el dormir, y el despertar, la pena no se va, entonces piense. Piense en el asunto. Y piense en el asunto porque si de hacer todo lo anterior, la pena no se escapó, es porque el temita en lamento le molesta y arto, no se lo puede sacar de la cabeza, entonces, su unica salida es afrontar el asunto. Encárelo. Con firmeza y perspectiva. Con madurez y determinación. Pregúntese ¿es tan grave como para que la risa, el consejo del amigo, la caminata, el trote o la corrida y  el sueño no lo puedan arreglar?. Si tiene solución y esa está en sus manos, soluciónelo. Enfréntelo con valentía. Y si no tiene solución, o esa solución es de a dos y no depende sólo de usted, entonces, resígnase y busque una lección. Que de todo en esta vida hay lecciones. Que de todo se deja algo. Aprenda. Crezca. Y sonría. Que al mal tiempo, buena cara y bella sonrisa. Que si no pudo con ese trabajo, o si se pelió con el marido, o si se enojó con el amigo, o si el sujeto que le gusta se fue con otra, o si nada le sale bien, entonces, tranquila. Tranquila, respire. Todo pasa (paza), y siempre se aprende.

Sonría. Sea buena y trate bien.
Pausa. Luego actúe y ya verá como aquello que en un principio veíamos tan lejano, distante y distinto, llega. Como aquello que deséabamos, lo obtenemos.

No se esconda
Sonría.-

Buenas noches mis estimados.